La capacitación de esta competencia demanda fyd-accidente de trayecto la presencia de modelos de expresión oral, que les permita advertir cómo el uso de ciertos recursos verbales y no verbales hacen efectiva la comunicación, se precisa entonces apelar a recursos tecnológicos de apoyo que permiten el análisis de los alegatos y estilos empleados, tal es el caso de vídeos de audiencias en las que se puedan estimar logros y restricciones, grabaciones de las propias expresiones orales de los estudiantes que puede contribuir para que mismos tomen conciencia de sus logros y contrariedades, así como asimismo el empleo de ciertos filmes que pueden servir de modelo de oralidad en el desempeño laboral de los abogados. Es común el empleo de miradas y gestos que indican agresividad en los abogados, de igual forma se acude a un excesivo volumen de la voz, como la herramienta más efectiva para argumentar, cuando se trata de tener dominio pleno del caso y de la legislación para organizar los razonamientos con congruencia y originalidad, aprovechando aquellos que resulten más contundentes para expresarlos entonces utilizando diferentes recursos lo que implica atender deliberadamente la integración de lo verbal y lo no verbal a juzgar por conseguir la angosta unidad entre contenido y forma en el alegato. La presencia de la inseguridad para expresarse oralmente es expresión del reconocimiento de debilidades en el desarrollo de la competencia comunicativa oral, que obviamente requiere de su perfeccionamiento en el proceso de capacitación mediante intercambios orales en diferentes situaciones en los que se atienda el empleo de recursos verbales y no verbales que dejen precisión y claridad en las ideas, como congruencia argumentativa, como condición indispensable para lograr la función persuasiva en auditorios compuestos por personas con capacitación muy diversa. Ya instalada la audiencia, un 75 por ciento de los abogados muestran inseguridad al momento de intervenir de forma oral, hay titubeo, no se aprecia fluidez en la expresión de las ideas, al paso que se observó desconocimiento del proceso, en un cincuenta por cien de los casos civiles y menores, es significativo que en una de las sesiones observadas el juez tuvo que intervenir en las exposición del letrado a fin de encaminarlo sobre qué debía exponer y aclarar exactamente en qué parte procesal se hallaban para que en base a ello modificara su discurso, lo cual es expresión de contrariedades en el contenido del discurso