La experta señala que la investigación sugiere la necesidad de políticas y programas adicionales que busquen “reducir la exposición de los niños a la pobreza, la violencia y otras fuentes de estrés tóxico en el ambiente”. El déficit en el crecimiento físico de los niños intensifica estos malos resultados en el desarrollo de competencias básicas. Se estima que alrededor de 17 por ciento tiene un retraso, es decir, su crecimiento físico no es apropiado para su edad. Los escolares de países de ingresos bajos y medianos bajos ya han perdido casi cuatro meses de aprendizaje desde el inicio de la pandemia, en comparación con las seis semanas que han perdido, de media, los de países de ingresos altos, según un informe publicado por la Unesco, Unicef y el Banco Mundial.
Por ello, afirmó que la lucha contra la pobreza infantil es «un objetivo de estado impostergable» y añadió que si siempre fue importante este combate, «hoy es más urgente que nunca» por la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la Covid-19, que ha «profundizado en todas las grietas de desigualdad». Saber de qué mueren las personas es imprescindible para poder diseñar las políticas de salud necesarias e implementar las medidas adecuadas para prevenir estas muertes. Es también elementary para saber cómo distribuir mejor los pocos recursos disponibles en sanidad con los que cuentan estos países, a menudo por debajo de los a hundred dólares per cápita anuales. Así tendremos una visión bastante completa de lo que pasaba en el interior del cuerpo y, por tanto, de lo que mató a esa persona.
Los datos que se han empezado a generar están cambiando los paradigmas actuales sobre la muerte y sus causas. De los 10 países con mayor desigualdad en el mundo hoy, siete de ellos están en África. En 2012, three.5 millones de niños en el continente africano eran huérfanos de ambos padres, y otros 28.6 millones de niños eran huérfanos de un padre, para un total de 32.1 millones de huérfanos. Según el Banco Mundial y UNICEF, el 75% de los niños que viven en pobreza extrema viven en la región subsahariana de África y en Asia. Es tratar de sobrevivir sin lo esencial para la vida, como alimentos, agua o refugio. Para la región subsahariana del África, esta es una realidad para casi la mitad de la población. Sin las necesidades más básicas a su disposición, los niños en el continente africano no pueden imaginarse una vida sin pobreza, y el círculo vicioso continúa.
No obstante, los beneficios sociales reducen la pobreza por ingresos en un 22%, lo que sitúa a España en el vigésimo octavo puesto bajo el objetivo de poner fin a la pobreza. En los países clientes de la AIF la asistencia social es más limitada que en los otros países. Tanto en los países clientes de la AIF como en los otros países, la probabilidad de que las mujeres encuestadas dejen de trabajar es mayor que en el caso de los hombres encuestados. Estos números indican importantes diferencias de género en los impactos en el mercado laboral, aunque debe tenerse en cuenta que, en algunos países, es posible que las encuestadas no representen a todas las mujeres en edad de trabajar. La inseguridad alimentaria suele ser más grave en los países clientes de la AIF. No obstante, la probabilidad de que los hogares de los países clientes de la AIF se vean afectados por una suspensión laboral durante la COVID-19 es menor que en el caso de los otros países.
Los gobiernosnecesitan con urgencia un plan de recuperación infantilpara evitar que muchos más niños y sus familias alcancen niveles de pobreza que no se habían visto durante muchos, muchos años”, apuntó Sanjay Wijesekera. El análisis muestra que el número de personas que viven en la pobreza extrema disminuyó 29 millones entre 2013 y 2017.
En este programa, el gobierno central hace pagos directamente a funcionarios de los pueblos, quienes los distribuyen a jefas de familia –con la condición de que manden a sus hijos a la escuela y los lleven a clínicas para su atención médica preventiva. En países como México, donde una demanda débil de educación no es atribuible al costo, la asistencia a la escuela no mejorará hasta que se superen las barreras culturales y los prejuicios y se manejen los costos de sustitución más altos para las niñas que para los varones.
“Lo principal es trabajar con los padres de familia; se trata de zonas muy pobres, con altos índices de violencia acquainted, alcoholismo y abandono”, concluye. “También necesitamos recursos y apoyos para promover las oportunidades de los niños para aprender, tanto dentro como fuera del hogar”, agrega. “La investigación mostró que las interacciones de apoyo, sensibles y enriquecedoras con los padres y otros cuidadores son los mecanismos primarios a través de los cuales los niños pueden desarrollar habilidades cognitivas y socio-emocionales en la primera infancia”. “La pandemia profundizará la falta de financiación de la Educación en los países de ingresos bajos y medios. Si, en lugar de esperar, se toman ya las decisiones de inversión adecuadas, esta brecha podría reducirse significativamente”, asegura Stefania Giannini, subdirectora basic de Educación de la Unesco. El informe recopila los resultados de las encuestas realizadas en casi 150 países entre los meses de junio y octubre sobre la respuesta educativa que han dado en el contexto de la pandemia de Covid-19.
Respecto a la continuación de las clases durante el cierre de los centros escolares, más del 90 por ciento de los maestros de los países de ingresos altos han seguido impartiendo, mientras que el porcentaje se reduce al 40 por ciento en el grupo opuesto de países. Asimismo, aunque seis de cada diez países han proporcionado materiales de ayuda a los padres para orientar el aprendizaje en casa y cuatro de cada diez países han brindado ayuda psicosocial tanto a niños como a cuidadores mientras las escuelas estaban cerradas, estas medidas han sido más comunes entre los países más ricos.
Con una inversión adecuada y la implantación de unas políticas efectivas por parte de los Estados miembros de la UE, se conseguiría que millones de niños y niñas desfavorecidos se convirtiesen en miembros activos y empoderados de la sociedad. En este momento de elaboración de presupuestos para 2017, aumente la inversión en políticas de protección social de la infancia y educación hasta alcanzar los niveles europeos. A los niños y niñas con una educación deficiente también se les niega la oportunidad de desarrollar las habilidades no cognitivas que les permitan crecer emocionalmente, establecer relaciones y tener una finalidad dentro de la sociedad a la que creen pertenecer. Disponen de menos oportunidades para participar en actividades culturales, deportivas y sociales, para desarrollarse emocionalmente y para ser conscientes de su potencial.
Por ejemplo, las naciones ricas generalmente emplean normas de pobreza más generosa que las naciones pobres. El primer cuadro de las dos listas refleja a los países por el porcentaje de población más pobres viviendo por debajo 2 y 1 dólar al día. Los datos obtenidos hacen referencia a los datos obtenidos durante el período 2011. Mapa de la pobreza en el mundo por país, mostrando el porcentaje de población que vive con menos de 2 dólares por día. Más de 1.000 millones de personas en el mundo viven en pobreza extrema, sin una vivienda estimable, y el 70% de ellas son mujeres. En los países en desarrollo la pobreza ronda el 22,forty three%, lo cual implica una mejoría relativa en comparación con el fifty two,sixteen% de 1981. La pobreza es uno de los principales males sociales del mundo y a ella se atribuyen otros flagelos y dificultades en el desarrollo de las naciones, así como la construcción de un mundo de profundas desigualdades.
Cuando se produce una disminución presupuestaria, también pueden disminuir el alcance y la calidad de los servicios de los que dependen estas familias. Según se desprende de un nuevo análisis publicado este jueves por UNICEF y la ONG Save the Children, 86 millones de niños pasarán a engrosar las filas de la pobreza debido al impacto económico del coronavirus. Y como si fuera poco, se informa que no sólo hay más niños en situación de pobreza que antes, sino que los niños más pobres también se están volviendo más pobres, señala el informe. Algunos niños pueden sufrir una o más privaciones y otros no experimentar ninguna, por lo tanto, el número promedio de privaciones sufridas por niño puede usarse para evaluar cuán pobres son ellos. Antes de la pandemia, el número medio de privaciones graves por niño rondaba el 0,7. Mientras ahora se estima que ha aumentado en un 15 por ciento o sea a alrededor del zero,85.